martes, 6 de abril de 2010

capítulo 4

CAPÍTULO 4: La cita.

24 de marzo por la mañana, un día radiante para ser las 10. El cielo está despejado de nubes, el sol abrasador, que cada rayito de luz que cae sobre ti, hace que un pequeño cosquilleo recorra tu cuerpo.
Anna, se prepara para su gran cita con Scott. A pesar de que simplemente irán a la biblioteca para planificar el proyecto de ciencias, está impaciente por ir guapa. Ha registrado el armario entero y aún así, sigue sin saber qué ponerse. Su tía ha optado por dejarle un fresquito vestido, muy apropiado para la ocasión. Ni muy formal, ni muy macarra. Perfecto, ahora falta el maquillaje.
Entre risas y burlas, tía y sobrina se divierten frente al espejo, música a tope, bailoteos, sorpresas… Terminado. Anna al fin esta impecable. Se le va a salir el corazón de ilusión, alegría, vergüenza, miedo y sobre todo, excitación.

-Pequeña, estás perfecta. Valla, nunca te había visto tan radiante como hoy. Parece ser que levantarte temprano para verme, te alegra la vista-bromea Scott con una sonrisa de lado a lado.

-ja ja y tu parece ser, que sigues igual de tontorrón que todos los días, o quizá me esté equivocando.-Mientras, Anna le da un lento y delicado beso en su suave pómulo.- Bueno, ¿Qué te parece si entramos en la biblioteca? Al final, se nos hará tarde y sin siquiera haber empezado el proyecto.

Dicho esto, los dos entran mirándose fijamente a los ojos, avergonzándose por hacerlo. Aquella simple ojeada, significaba tantísimo para los dos que, les pareció eterno aquellos segundos. Es como si el mundo se detuviera a sus pies, como si nadie más que ellos existiesen en aquel momento.

-Está bien, me parece que primero, deberíamos pensar en qué proyecto hacer. Debe ser innovador y sencillo, pero a la vez debe tener su punto interesante. Tiene que ser único en el mundo, alguien al que jamás se le ocurriera semejante idea.

-Sí, estoy muy de acuerdo contigo. Pero para eso, ya deberíamos haber traído alguna idea de casa. Tendríamos que haberlo pensado antes de venir. Bueno, será mejor que pongamos manos a la obra cuanto antes.

Los chicos, se sentaron uno enfrente del otro con unos pares de buenos tomos de libros. Escribieron y tacharon ideas, algunas ingeniosas pero con poco fundamento otras inapropiadas para el trabajo. Así se pasaron horas y horas con la vista ya cansada de tanto leer y con dolor de cabeza de intentar dar fruto de su inteligencia.

- ¡Lo tengo, lo logré! ¡Ya sé cual puede ser nuestro proyecto!- mientras grita de alegría, Anna se levanta de un salto de la silla- Esta idea no puede fallar te lo aseguro. Es lo más ingenioso que se me ha ocurrido jamás. La máquina del tiempo. Sí. Nadie lo ha conseguido aún y ¿Sabes qué? Nosotros seremos los primeros en serlos.

- Ja ja ja, pero qué imaginación que tienes chica. Tendríamos que ser unos cerebritos para poder hacer todas las fórmulas que pide eso. ¿Sabes todos los años que tardaríamos en hacer eso? Puede que ni siquiera lo acabásemos. Lo siento Anna, es una buena idea pero… No nos daría tiempo. Será mejor que sigamos pensando.

- Oh, vale, está bien. De acuerdo. Qué te parece, si de un montón de proyectos juntásemos ideas e hiciésemos con ello, uno global.-Dice Anna expresando su extraña cara de concentración y orgullo.

Dicho y hecho, poco a poco los 2 jóvenes pusieron manos a la obra. Entre libros y videos, se divertían, asomando la mirada, y apartándola rápidamente para que el otro no la visualizase.
Parecían un par de sabios científicos, con aquellas blancas batas hasta las rodillas y las gafas. Se pintaban con pintura, con rotuladores, contaban chistes verdes y sobre todo, se olvidaban de todos sus problemas personales.
Las 14:30. El tiempo se les ha pasado volando, casi sin darse cuenta. No han avanzado mucho, pero sí lo suficiente por hoy.

-¡Valla! Fíjate qué tarde que se nos ha hecho, será mejor que nos vallamos a comer, o si no, ¡esta tarde será imposible de aguantarla!-se despide Anna sin borrar la sonrisa de la boca.- ¡Venga grandullón! ¡Mañana seguiremos! Te aseguro que será mucho mejor que hoy. ¡No lo dudes!

Anna hace ademán de irse cuando Scott la detiene agarrándola del brazo izquierdo.

- Anna verás quería decirte si te apetecería salir a dar una vuelta esta tarde. No sé podríamos ir al cine, o a la montaña, o a la playa, o, o, o… Lo siento. No quería intimidarte, ha sido una chorrada por mi parte preguntártelo. Cómo se me ha podido ocurrir. Está claro de que tú no querrías. - Scott se sonroja, le cuesta hasta hablar.

- Valla, es muy amable por tu parte pero… ¿Seguro que no es una tomadura de pelo? ¡Sabes que yo iría encantada! No lo dudes.

- Está bien, paso a las 7 a buscarte. Ah y por cierto, no hace falta que te arregles mucho, siempre vas muy guapa.

Y dicho esto, deja marcharla.

lunes, 22 de marzo de 2010

Capítulo 3.

Capítulo 3. Entablando amistades


Se escuchó un agudo timbre; era el despertador…

Anna se levantó rápidamente de la cama, se duchó, se puso la ropa,…y fue a la cocina. Sophie estaba allí con James. El desayuno ya estaba preparado. Unos buenos huevos con bacon, típico desayuno allí, en América. Comió a toda velocidad y salió con la mochila a toda pastilla por la puerta.

-Que tengas un buen día- Dijo Sophie.

James, sin embargo, estaba demasiado ocupado con su periódico como para despedirse de Anna.
El instituto estaba a unas tres manzanas de la casa.
Llego corriendo, debido a la emoción e ilusión que le hacía. Estaba sudando a mares.
Entro en el instituto. Se veían claramente a los típicos grupos o tribus que poblaban aquel edificio. Desde las típicas pijas creídas, pasando por los emos, frikis, macarras, surferos, etc…
Todos y cada uno de ellos echaron una mirada a Anna. Como ella temía, se había convertido en la nueva, en el bicho raro del instituto. Tenía que ganarse una buena fama fuese como fuese.
Entró en su clase, 3º A, que se encontraba en el aula 21.

-OH!!...he aquí a nuestra nueva alumna, es nueva, y ya sabéis como se siente uno al ser nuevo…así que tratadla bien para que se sienta como en casa. Chicos, esta es Anna –Dijo la profesora.

-Encantada- dijo Anna.

-Me llamo Beatriz, pero me puedes llamar Bella -dijo la profesora- Encantada. Siéntese, que vamos a empezar, luego habrá tiempo para presentaciones.
Anna se sentó en su sitio, junto a la ventana, a la izquierda de la clase, en la 3º fila empezando por delante.

Se sentó a la izquierda de una chica. Parecía algo cansada, tenía los ojos rojos y estaba medio dormida.
-Sacad el libro de ciencias, por la página 54, la meiosis y la mitosis. – Dijo la profesora- Lee tú Anna, quiero ver como lo haces.
Anna sacó el libro y comenzó a leer, mientras, su compañera cada vez estaba más atontada,…se quedó dormida, pero nadie se inmutó.

Mientras Anna leía el libro, con la otra mano intentaba espabilar a la chica por debajo de la mesa para que se despertase. Esta se dio cuenta de que algo la tocaba, y reaccionó con una sonrisa que escondió tras el libro que iba leyendo con la mirada.
-Bien, bien…puedes parar de leer; veo que para ser extranjera, entiendes bien el idioma y lo lees a la perfección. Serás una buena estudiante.-dijo orgullosa la profesora, mientras los chicos/as la miraban con algo de desprecio.

Suena la campana. La hora del recreo. Todos salen corriendo al patio.
Anna y la chica que se encontraba a su lado salen las últimas.
Era una chica morena, delgada, guapísima, de ojos verdes y una altura más o menos similar a la de Anna. Tenía una cara algo redonda, en la que se podían ver unos pocos granos dispersados, que eran tapados por el color oscuro de su piel. Vestía a lo surfero, con un bañador, y una camisa de billabong blanca que hacía contraste con su color de piel. Llevaba una gran cantidad de pulseras en las manos, y dos preciosos pendientes de perlas, uno en cada oreja.
La chica se dirige a Anna:

-Gracias por lo de antes, ayer estuve en una fiesta, y no dormí en toda la noche. Me llamo Ruby, y tú Anna, ¿no? Encantada. Ven conmigo, y te presento al resto del grupo.

-Gracias Ruby, encantada. ¿Eres de aquí?

-Sí. Por suerte o por desgracia llevo toda mi vida en esta ciudad. No me aburro, pero quiero salir; me encantaría ver mundo. ¿Y tú?, no eres de aquí…Mm...no me suena haberte visto antes.

-Vivía en Italia, pero hace un mes mis padres murieron y me vine a vivir con mis tíos aquí.

-Oh…lo siento por lo de tus padres…ya verás cómo entre mis amigos y yo te animamos. ¡Ya verás la de fiestas que nos vamos a tirar Anna!-Dijo Ruby, riéndose y muy segura de sus palabras-

-Jajaja…!eso espero Ruby!...eso espero…

Y las dos salieron al patio juntas.
Era un patio muy grande. Con una cancha de baloncesto, un campo de fútbol, otro de fútbol americano, una pista de tenis. Y merenderos en la zona con vistas a la playa.
Ruby cogió a Anna de la mano y la llevó hasta uno de los merenderos.
Allí se encontraban 2 chicos y 2 chicas sentados formando un cuadrado alrededor de la mesa, como si de una reunión se tratase.

-¡Hola chicos! ¡Os presento a Anna!, es nueva en el instituto y llego hace un mes a la ciudad. No conoce aún a nadie de por aquí. –Mientras hablaba cogió a Anna de la mano y la acercó a los chicos.

Uno de ellos se levantó:

-¡Hola!, ¡encantado Anna!, me llamo Charlie Mathew…pero llámame C.M…-dijo el chico, con una bonita sonrisa que dejaba ver unos blanquísimos dientes-

-¡Encantada!

Se levantó el otro:

-¡Ah!, ¡pero si habla y todo!...jajaja…!Encantado Anna!, ¡me llamo Eddie!, pero para acortar, llámame Ed.

-Jajaja…que simpático, ¡me caes bien Ed! (mientras, CM miraba a Eddie con cara de desprecio), encantada de conocerte!!

-Y ahora las chicas – Dijo Ruby- Esa chica rubia que está sentada a la izquierda de Ed se llama
Sandra, es un nombre español, creo, ¿no?

La chica se levanta:

-Sí, mis padres y mi hermano son de España, ya sabéis…flamenco, olé, paella, etc… jajaja. Yo nací aquí. Mucho gusto Anna!

Se acerca a Anna y le da dos besos.

-Y por último- Se acerca a la oreja de Anna y le susurra- la pija del grupo. Sasha!

Le saluda con la mano desde la silla con cara de pocos amigos:

-¡Encantada!

Ruby suspira:

-¡Bueno!, ¡pues esta es mi pandilla!, ¡espero que te sientas como en casa Anna!

Toca la sirena. Todos entran en sus clases.

-¡Espérame un momento Anna!, voy a beber agua a la fuente antes de entrar- grita Ruby mientras se va alejando.

Anna se queda sola.
Un chico se acerca rápidamente, viene con prisa y mientras corre se choca con Anna, que estaba despistada. Todos los cuadernos que llevaba quedan esparcidos por el suelo. Anna le ayuda a recogerlos.

-¡Perdona!, soy un torpe, ¡lo siento! y ¡gracias! ¿Tú no eres la nueva?

- Sí, lo soy. Valla, no sabía que la noticia se hubiera expandido tan rápido.-Dice Anna ruborizada.

- Sí, jaja suele pasar. No es muy común que llegue alguien nuevo a este colegio. Digamos, que no es que tengamos muy buena fama. Bueno me voy que llego tarde y tengo biología.- Sale corriendo a toda velocidad mientras lo chilla para que ella sea capaz de escucharlo.

Cuando llega a clase, se da cuenta de que lleva un cuaderno en la mano izquierda. “Valla! Se me ha olvidado devolvérselo” se dice a sí mismo Anna.
Inglés. Communication and culture. Qué larga se le ha hecho la hora, la profesora, Catherine, no ha dejado de hablar ni un solo momento, ¡creo que ni hasta para respirar! ¿No se ahogará? Rubby y ella, se han puesto a dibujar el mar, la playa, las montañas pero…

-Hey chicas, ¿Estáis atentas?

-Sí, sí lo estamos.-Responde Rubby un poco desconcertada.

-Llevo un buen rato insistiendo para que me respondáis a la pregunta pero no me hacéis ni caso, ¿Se puede saber que os pasa?

-Lo sentimos cathy, es que ya he dado este tema hace bastante y me aburro un poco.-Contesta Anna.

-Bien, serías capaz de pasarme una frase en activa a pasiva? They give information in the shop.

-Sí, claro. Information is given in the shop.

-Muy bien Anna-Suena el timbre para ir a casa.-Quiero que me paséis las frases del ejercicio 10 página 136 para mañana sin falta.